“Agua fría” en lengua nativa, este arroyo llama a relajarse bajo la sombra de la arboleda en un ambiente adornado por el sonido del agua y el canto de los pájaros. El Chicamtoltina atraviesa la ciudad de oeste a este con sus aguas cristalinas extendiéndose en una costanera ideal dónde reunirse, descansar y disfrutar del contacto íntimo con la naturaleza.