Extendida en el centro del pueblo, la plaza ocupa el lugar donde estuvieran asentados aquellos ranchos o chozas que dieron origen a La Cruz. Posteriormente, en el espacio exacto, se elevó durante años un molino de viento con un pozo de 15 metros de profundidad, que tenía como finalidad abastecer a los alumnos del colegio y a los vecinos. Fue allí, además, donde se instaló la primera canilla del pueblo. Actualmente es un sitio arbolado y bello donde disfrutar de la tranquilidad lugareña.