Ubicada precisamente sobre la calle a la cual dio nombre, la Capilla San Casimiro funcionó durante largos años como un templo más para los fieles católicos, en el que se oficiaba misa y en el cual residía en forma regular un sacerdote. Actualmente, el predio funciona como residencia temporal de religiosos, misioneros y grupos juveniles. Se halla emplazada en proximidades a la Terminal de Ómnibus.