Erigido en la cima del Cerro Mogote, el Cristo de Guasmara es el punto final de un serpenteante camino que va uniendo las 12 diferentes estaciones de un vía crucis en ascenso. Además del atractivo cultural y religioso del trayecto hacia la gran cruz, es válido destacar la maravillosa vista panorámica que se obtiene desde allí y que gratifica el esfuerzo.