Con el aporte de los vecinos, esta diminuta capilla fue construida en el año 1967 e ideada por Helmut Cabjolsky. Recurrente en su estilo alpino, como todas las edificaciones de La Cumbrecita, cuenta con una capacidad para 45 personas y tiene la particularidad de estar abierta a todos los credos.
Confeccionada predominantemente en madera, conserva en su interior, las imágenes de la Virgen María y el Niño Jesús realizadas en la Escuela Estatal de Talla y Ebanistería de Oberammergau (Alemania) especialmente para este lugar. Abre sus puertas para los oficios religiosos. Fuera de esos días y horarios, se requiere de autorización de los encargados para ingresar en ella.
Su originalidad arquitectónica, enmarcada en el frondoso bosque, hace de este espacio un simpático atractivo para los visitantes.