Situada algunos metros más delante de la Plaza de Ajedrez, se encuentra esta irregular construcción creada en honor a los primeros habitantes de La Cumbrecita. La predominancia de árboles y el generoso aroma a pinos hacen de esta plaza un espacio apacible, apto para las reuniones familiares y para el disfrute de los niños al aire libre.
También los pobladores se congregan en ocasiones especiales, para actos alegóricos o simplemente para complacerse de la tranquilidad del paisaje serrano.