La localidad de Panaholma se fue poblando espontáneamente y en 1902 fue trasladada, casi mil metros hacia el norte, a un terreno donado por Doña Amelia Peralta de Abregú a la Curia.
En el nuevo lugar se levanto la actual capilla con la advocación de la Virgen del Rosario del Milagro, cuya fiesta se celebra en el mes de octubre.
José Gabriel Brochero, considerado como impulsor del pueblo, fue el cura párroco que construyó la capilla y subdividió los terrenos del pueblo. En esta empresa tuvo un gran apoyo de los vecinos, y finalmente se la pudo terminar en el año 1902 manteniendo la advocación.