Emplazada entre los paisajes encantadores del norte de la Provincia de Córdoba, la pequeña localidad de Ischilín es uno de esos destinos de ensueño que invita a relajarse y a deleitarse con toda la naturaleza autóctona del lugar.
Naciendo a mediados del 1600, como encomienda indígena, en la actualidad es un pueblo que parece detenido en el tiempo. Las antiguas casonas fueron reconstruidas y sus callecitas siguen transmitiendo esa magia colonial, que se puede vivenciar a través de emocionantes paseos en sulky. Transitando el pueblo o llegando a las afueras, la experiencia resulta ineludible.
Con paisajes de gran belleza, que expresan la combinación de las sierras y la llanura, los colores se mezclan para conformar postales únicas que se brindan sin pedir nada a cambio. Una de las alternativas para descubrir estas latitudes son las caminatas por los senderos, respirando ese aire puro que invade la región; para inmortalizar esas imágenes, un safari fotográfico permite admirar en detalle la combinación de la flora y fauna local.
Además de todas estas actividades al aire libre, el visitante podrá emprender un recorrido por el pueblo para observar la antigua Pulpería; el Juzgado de Paz, y la pintoresca Iglesia de Nuestra Señora del Rosario.